jueves, 22 de octubre de 2015

La Lluvia del Adiós

Es un día nefasto de lluvia, pero venturoso para una despedida y más si ésta sabe a un adiós. Llegamos a mi destino y te despides fríamente, pues solo eres educada y tu rostro denota prisa por huir.
Apenas me doy la vuelta y sigo mi camino, siento que algo dentro de mi se muere, algo que debo cambiar ya que esta obsoleto.

Es tiempo de poner distancia entre nosotros, ya que al alba te quiero y en el crepúsculo te odio. No puedo vivir con este conflicto eternamente, pues mi corazón te ama profundamente. Es como un bebé que llora reclamando tu cálido mecer, pero he de darle una lección de madurez para que deje de sufrir.

Los bellos versos que te haya regalado, siguen teniendo su lugar, ya que representan lo que eres, solo que estas demasiado herida como para valorarte a ti misma. No debes seguir aferrándote a lo que has perdido. Como estrella que eres, has de ascender al cielo y encontrar tu lugar en el firmamento. 
Yo desde aquí seguiré observándote, pues estarás allá donde no me duelas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario